La psicometría, capacidad de poder influir por medio de una fotografia u objeto, es una facultad de ciertos dotados psíquicos que les permite reconstruir algún acontecimiento, o encontrar a una persona, o darnos datos sobre algo o alguien que esté relacionado con el objeto, fotografía o cualquier cosa que le pongamos a su disposición para investigar. En asuntos de amores, familia, casas, etc.
A través de la psicometría es posible captar energías psíquicas. El psicómetra es capaz de percibir sensaciones, olores o inclusive imágenes con tan sólo entrar en contacto con algún elemento sencillo, como un pendiente, una prenda de ropa, un hueso o una planta. Aprender a utilizar este arte de la sensibilidad está al alcance de todos.
A día de hoy, la psicometría es una de tantas disciplinas psíquicas, muy analizada y ejercida en todo el planeta. En los comienzos de la parapsicología fue llamada “metagnomia táctil”, pero esta palabra ya no se usa para definirla. Se trata de una capacidad extrasensorial a través de la cual la persona que capta la energía es capaz de cruzar las fronteras del espacio y del tiempo (normalmente hacia el pasado), con el objetivo de captar datos psíquicos relacionados con personas, animales o cosas.

EJERCICIO DE PSICOMETRÍA
Lo aconsejable, para quien intenta acercarse a la psicometría, es no buscar un objeto que nos pertenezca o que sea de alguna persona cercana. Es preferible dejar que el objeto aparezca solo en nuestra vida, es decir, de manera fortuita. Es la mejor forma de evitar la autosugestión, es decir, de sentir cosas que en realidad no provienen del objeto en cuestión sino de nuestras propias asociaciones inconscientes.
Para éste y para todos los ejercicios es fundamental dejar la mente en blanco y buscar un estado de relajación física y mental. Una vez conseguido este estado, centraremos toda la atención en nuestras manos y en la posibilidad de percibir sensaciones emanadas por el objeto que tenemos en ellas. Es posible que captemos imágenes u olores, pero en cualquier caso, debemos aceptar lo que nos llega, sin cuestionarlo. Sólo dejaremos que el ejercicio fluya, y al acabarlo apuntaremos en una libreta lo que hemos captado.

PSICOMETRÍA DE UNA AMATISTA
Percibir la energía que posee una piedra preciosa es un buen camino para, al mismo tiempo, captar las impresiones energéticas que la persona que la haya tenido en su poder haya dejado grabadas en ella.
Actuaremos de forma similar al ejercicio anterior: tomaremos la piedra entre las manos y cerraremos los ojos para relajarnos y liberar la mente. En ese estado, permitiremos que la amatista nos diga todo lo que ha pasado en su historia. Al principio, en normal que la captación no se dé de forma automática, especialmente si se trata de una amatista virgen, sin un gran historial de dueños y traspasos. Si así fuera, es posible que percibamos sensaciones ininteligibles, más relacionadas con energías primitivas propias de las cavernas de donde fue extraída la piedra, pues serán las únicas que imprimieron datos en su interior.
Sin embargo, en caso de que la piedra haya tenido algún dueño estable, habrá posibilidades de que captemos las características de personalidad del dueño anterior, e inclusive podremos saber cómo era la relación entre esa persona y la piedra.

PSICOMETRÍA DE UNA CARACOLA
En este caso, conviene saber que la psicometrización de la caracola puede tener dificultades adicionales, ya que, por su origen, es posible que nos topemos con sensaciones que nos cuesta interpretar. Al haber nacido y vivido en aguas marinas, la caracola emanará unas energías que tendremos que aprender a comprender.
Las profundidades marinas son un hábitat completamente diferente al nuestro, en el que se desarrollan vidas muy diferentes de las que tenemos en la tierra. Las sensaciones que percibamos serán, por lo tanto, un tanto asombrosas. Es probable que lo primero que captemos sea la negrura (propia de las profundidades del mar), y frío. Sin embargo, debemos seguir indagando, y comenzaremos a percibir una luz verdosa y los típicos desplazamientos acompasados y discontinuos propios del ser que estuvo dentro de la caracola. En definitiva, captaremos la sensación de estar sumergido en aguas profundas.
Si nos dejamos fluir para seguir captando sensaciones, tendremos más respuestas. Para nuestra percepción, serán primarias, y corresponderán a lo que sintió el animal que estuvo en la caracola, con la peculiaridad de que la atmósfera será tan particular que nos dejará boquiabiertos.

PSICOMETRÍA DE UNA PLANTA
Las plantas también presentan sus dificultades a la hora de ser psicometrizadas. Por ello es preferible comenzar por objetivos más modestos, como una de las plantas que tenemos en el hogar, antes de intentar conectar con un árbol. Para realizar este ejercicio es importante elegir el momento adecuado. Debemos tener en cuenta que las plantas tienen normalmente, un ciclo de día y otro de noche, y en cada uno tienen un comportamiento distinto. Esa es la razón por la que debemos hacer una psicometrización nocturna y otra diurna, que nos garantizará una percepción sensorial adecuada. Eso sí, lo haremos durante la misma jornada, sin que pasen más de 12 horas entre una y otra.
Como se trata de un ser vivo, es probable que la energía que tiene la planta se nos presente de una forma más directa, aunque también más difícil de interpretar. En este caso, hay que tener paciencia y perseverar hasta alcanzar la captación de su energía e interpretar lo que nos está diciendo en esa lengua tan incomprensible. Lo bueno es que, si lo conseguimos, podremos convertirnos en excelentes jardineros, ya que tendremos muy claro qué necesita nuestra planta a cada momento: riego, abono, luz, etc. Por supuesto, también nos dirá, en su “idioma”, cómo se siente, y quizás hasta nos enteremos que nos pide un poco más de atención de la que normalmente le damos.